Una manualidad para la noche más terrorífica del año.Se acerca la noche más terrorífica del año. Nadie podrá escapar ni resistir a las emociones fuertes que trae la noche de Halloween. La calabaza de Halloween es el adorno más conocido de esta celebración, por tanto si os vais a celebrar una fiesta de miedo, que no os olvidéis de preparar una calabaza con una cara muy asustadora para decorar vuestra casa. Os enseñamos, paso a paso, cómo hacer una calabaza de Halloween. Es muy fácil hacerla, sólo tenéis que seguir algunos detalles.

Los niños necesitarán de la mano de sus padres para hacer esta manualidad, debido a los cortes que deberán dar con un cuchillo a la calabaza. Los niños podrán, por ejemplo, ayudar a vaciar y limpiar la calabaza de las semillas y pulpa, dibujar los ojos y la boca, y luego divertirse de una forma asombrosa...

Material necesario para la calabaza de Halloween

- Una calabaza del tamaño deseado
- Un rotulador negro
- Un cutter o cuchillo
- Una cuchara
- Una vela
- Guantes

Preparación: 1- Bueno, lo primero, iros corriendo al mercado para adquirir una calabaza. Es aconsejable que la calabaza tenga una base plana para estar de pie por si sola y que la cara sea lisa porque será más fácil trabajarla. Cuando la tengáis, y con la ayuda de un cuchillo, se hará una tapa a la calabaza, quitando la parte superior. Luego sacar las semillas (pipas) y la pulpa de su interior.

2- Enseguida, con la ayuda de un rotulador, dibuja los ojitos en formato de triángulo, y una boca en zigzag. Usando un cuchillo puntiagudo o un cúter, cortar las piezas de la cara por la línea de puntos marcada.

3- Así se quedará la calabaza si se corta bien cada pieza de su cara.

4- Para que la calabaza gane un aspecto asustador, introducir una vela en su parte interior. Algunos prefieren encenderla antes de meterla en la calabaza y otros prefieren encenderla después.

5- Y aquí tenéis la calabaza, ¡Lista para decorar un rincón de la casa!

6- Y así es cómo se queda nuestra calabaza de Halloween cuando apaguemos las luces... Huhuhuhuhuhu... ¡Qué miedo! Nuestra calabaza es digna de una película de terror...